A diferencia de los humanos, las plantas, flores, arbustos, árboles, … Reciben a los elementos de la naturaleza como son el agua, el viento, el sol y los nutrientes de Madre Tierra sin ninguna perspectiva. Solo se dejan llevar por las circunstancias que habitan el presente
y expanden su esencia al mundo incondicionalmente.
Una Rosa no pretende ser un Cedro y un Cedro no pretende ser un Eucaliptus, solo es y así se entrega al mundo.
Con esa autenticidad que nos muestra el reino vegetal, llegan a nuestras vidas, en forma de aceites esenciales, para que seamos capaces de mostrar nuestra esencia más auténtica.
Los aceites esenciales llegaron a mí, hace más de cinco años, en un momento de gran transformación y desde entonces ni un solo día han dejado de formar parte de mi vida.
Confío tanto en el poder transmutador de la naturaleza, que, es por eso, que los recomiendo para transitar el curso:
Viaje a tu interior.
Antes de realizar una compra, contáctame para que pueda explicarte todos los beneficios a los que puedes acceder.
Tu sensibilidad es tu poder